BOIG PER TU
Doña Rogelia se queda sola
? María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa (Horcajo de Santiago, 1943) acaba de fallecer, víctima de un accidente doméstico (se cayó por las escaleras de su casa tinerfeña). El nombre seguramente no les dice nada, pero deben saber que se corresponde a su artístico “Mari Carmen y sus muñecos”. Una artista imprescindible e inevitable en todos los programas de variedades, y los que no lo eran, en la televisión entre finales de los 60 y bien entrados los 90.
Ahora la ventriloquia es un arte del pasado, casi olvidado, pero, sin ser técnicamente la mejor (el ahora denostado José Luis Moreno, en ese aspecto era infinitamente superior), sí que logró ser la más popular, gracias a sus muñecos, el pato Nícol, la díscola Daisy o el león Leoncio (un anticipado en la defensa del colectivo LGTBI), pero sobre todo a doña Rogelia, la lenguaraz, cascarrabias y sabiondilla abuela rural de Orejuela del Sordete que provocaba la hilaridad general nada más aparecer en pantalla. Quizá ahora Mari Carmen comenzaba a estar olvidada por las nuevas generaciones, pero ahí queda su inmenso legado.