BOIG PER TU
¿Quién quiere ahora un mitin?
“¡Como han pasado los años, como han cambiado las cosas!” reza el bolero y, como casi siempre, tiene razón. Cuando empezábamos en esta profesión, poder entrevistar a una primera espada de la política venía a ser como si te tocase la lotería. Los ganadores solían ser sesudos profesionales tipo Joaquín Soler Serrano, en otros tiempos, o Iñaki Gabilondo, después.
Ahora no. Ahora son los asesores los que gestionan que tal o cual líder vaya a programas televisivos con audiencia. La cual cosa deja en mal lugar los mítines en campaña o el visitar mercados donde besar a niños y estrechar manos.
¿Para qué? A los mítines solo van los tuyos y solo sirven para un corte, previamente escogido, de medio minuto en un informativo o unas fotos en un diario digital o en papel. Ahora lo que se lleva es ir a la tele. Pedro Sánchez ayer se pasó por La Sexta para ser entrevistado por un populista mediático.
Cuando cuadren las agendas visitará El Hormiguero. Si no estás con Pablo Motos, no eres nadie. Y luego, pack completo, a tomarse unos vinos con Bertín.
Feijóo ya está tardando en hacerlo.