Un detalle para ser aplaudido

Probablemente el hecho pasaría desapercibido, eclipsado por la propia esencia y desarrollo del programa, pero en la última edición de Tu cara me suena (Antena 3), líder indiscutible en la noche de los viernes, se produjo un detalle memorable que en otras manos y en otra cadena hubiese dado para una semana, o más, de dimes, diretes y maledicencias. Resulta que a Andrea Guasch, que no sabemos si ganará pero que es sin duda la mejor del talent –lo mismo que Josie es el imitador revelación del show–, le tocó ponerse en la piel de Chenoa, a su vez jurado, y cantar con su marido –el de Andrea, no el de Chenoa–, el también cantante Rosco, el Escondidos, que veinte años atrás interpretaba junto a David Bisbal, entonces pareja (no de Andrea sino de Chenoa) en Operación Triunfo, dándose la circunstancia de que la actuación se produjo en el mismo plató de Esplugues de Llobregat. Pues bien, triunfaron y luego Chenoa se subió al escenario y cantaron los tres.

La jurado lo dejó muy claro. “Esta es una canción que si no hay amor entre los que la cantan, no puede ser interpretada.”