El retorno de Jordi

Debidamente TVE se ha puesto a remodelar, de arriba a abajo, su programación estival como si no hubiese un mañana. ¡Vale, no todas las propuestas han tenido una acogida tan mayoritaria como El Grand Prix, pero lo han intentado! Una de esas propuestas es recuperar también, gracias a sus excepcionales archivos, Lazos de sangre, un programa que se estrenó en julio de 2018 pensado para radiografiar las interioridades de las grandes sagas familiares de este país. Lo inauguró Inés Ballester, pero a partir de la segunda temporada se hizo cargo del mismo Boris Izaguirre, pero su histrionismo y su cansina querencia a la sobreactuación lo condenaron al fracaso con unas audiencias residuales hasta su adiós en noviembre de 2022. Ahora, en este verano de 2023, Lazos de sangre ha vuelto.

No han sido las suyas, unas audiencias bárbaras, pero sí aceptables. Arrancaron con Tamara Falcó (buen debut) y han seguido con Mecano. Dos aristócratas protagonistas (la marquesa de Griñón y la de Torroja) y con un conductor, bregado ya en mil batallas, como Jordi González (Barcelona, 1961).