Una “noche” desaprovechada

Sólo ha sido el primer programa, el del estreno, pero La última noche de Sandra Barneda como recurso para la noche del viernes veraniego, y quién sabe si para más, no ha funcionado. Su audiencia ha sido mínima, casi doblada por el Password de Cristina Pedroche, un entretenimiento tan tonto como familiar y entretenido, y superada de largo por la maniobra de La 1 de cambiar a última hora la película programada y poner en su lugar la siempre resultona Grease. A Sandra Barneda, que le ha caído el marrón de presentar de lunes a viernes el magacín de tarde (Así es la vida) y hacer doblete ese mismo día por la noche, le ha pesado mucho el cambio de pasar de airear maledicencias e infidelidades no hace tanto en La isla de las tentaciones a conducir un programa supuestamente serio.

La producción tampoco le ayudó. Dos horas con Miguel Ángel Revilla en el plató no fue una buena idea y un debate sobre “redes sociales, porno y abusos sexuales” tampoco, sobre todo si en la mesa está Cristóbal Soria, casi ex de El Chiringuito, y la ya muy vista Pilar Rahola. O sea, mal.