BOIG PER TU
La vuelta del buen rollito
N Ya teníamos ganas de volver a reencontrarnos con Quim Masferrer y su El foraster, uno de los mejores programas que pueden verse en TV3. Ha estrenado temporada yéndose a Camprodon, idílico lugar del Ripollès, a orillas del río Ritort, y que ha conseguido que el turismo sea su principal fuente de ingresos. Ha vuelto a lo grande con un 27,5 por ciento de la audiencia. Una barbaridad.
Tampoco no nos extraña, y eso que la cosa no empezó bien con la presencia de Biel, un niño de sexto de primaria de lo más repipi hablando como una persona mayor –sin duda lo que escucha en casa– sobre los problemas del municipio y de Catalunya. Masferrer lo postuló como futuro alcalde o incluso para un cargo superior. Pero, superado ese escollo, El foraster volvió a discurrir por donde siempre. Empatía y buen rollito con los vecinos, que en el monólogo interactivo, que es la base del programa, se parten de la risa y entran en el juego que propone Masferrer sin pestañear.
El espacio ya va por la novena temporada y sólo nos asalta una duda. ¿Y cuándo se acaben los pueblos para visitar?