BOIG PER TU
La larga agonía de 8TV
8TV, que no hace tantos años llegó a ser una alternativa real y victoriosa ante TV3, lleva semanas agonizando en cuidados intensivos con respiración asistida. Y lo que es peor, sin perspectivas de mejoría. De hecho, aún no se ha firmado su certificado de defunción porque la Generalitat está moviendo hilos, por activa y por pasiva, para no perder una cadena televisiva en catalán.
Pero eso requiere tiempo y dinero para un ente que ya no es que llegase a los dos dígitos de audiencia, es que no llegaba ni a uno. Los últimos registros eran de 0,8%. O sea, nada. Desde la compra por parte de Nicola Pedrazzoli al Grupo Godó, la cosa ha ido de mal en peor.
Nada de lo que intentó por reflotarla funcionó. Tampoco era una maravilla, todo hay que decirlo, pero el público le dio la espalda añorando aquellos tiempos en que sacaba pecho con Alfonso Arús y Josep Cuní. Si se fijan en la programación actual –y no tarden, que cualquier día ya no la verán–, sólo hay series y películas low cost que no pasarían la prueba del algodón y una serie de redifusiones nocturnas con Ares Teixidó al frente.