BOIG PER TU
El pueblo se queda vacío
Con la muerte de Jesús Guzmán, excelente actor de reparto, a los 97 años, la población de Puebla Nueva del Rey Sancho, donde transcurría la acción de Crónicas de un pueblo, mítica serie que congregaba, entre 1971 y 1974, a millones de espectadores ante la pantalla, ha quedado reducida a la mínima expresión, hasta convertirse en un ejemplo más de la España vaciada. Se fueron Carrero Blanco (1973), su ideólogo; Adolfo Suárez (2014), su ejecutor, y Antonio Mercero (2018), su autor. Jesús Guzmán, probablemente el personaje más popular del reparto coral, como Braulio, el cartero, en esta apología de las leyes del tardofranquismo que caló muy hondo en la sociedad española, ha sido el último en irse. Antes que él nos dejaron Camilo, el barrendero (Xan das Bolas) en 1977; don Antonio, el maestro (Emilio Rodríguez, 1983); Dionisio, el conductor del autocar (Rafael Hernández, 1997); don Cipriano, el médico (Arturo López, 2000); Benito, el dueño del bar (Tito García, 2003); don Pedro, el alcalde (Fernando Cebrián, 2009), y el cura, Marcelino (Francisco Vidal, 2023).