BOIG PER TU
La Granadella más entrañable
Quim Masferrer volvió a hacerlo. Llegó, vio y venció. Esta vez El foraster se trasladó hasta la vecina La Granadella. Otro programa impecable salvó quizá la innecesaria puya en el monólogo al aceite de Jaén, pero en fin hay que tomárselo con sentido del humor, ese que nada más llegar le advirtieron que no tenían los vecinos de la localidad. Falsa alarma, se los ganó a todos en un plis plas. De todos los testimonios nos gustó mucho el de Paco, un nonagenario, al que durante la Guerra Civil española tuvieron que amputarle una pierna. Ahora, con su prótesis, va con una silla motorizada acompañado de Quita, una pequeña perrita pero gran guardiana. Y por supuesto, nos lo pasamos en grande con Quildo, que recorre el pueblo en un coche tirado por Pinzo, su burro. Tenía una floreciente empresa, pero a los 50 años se cansó de ganar dinero y se jubiló para poder vivir la vida. Solo un pequeño pero, y sin acritud, en la visita a La Granadella encontramos a faltar una mención, aunque solo una fuera, al “Desclavament”, una de las atracciones indispensables para ver durante la Semana Santa.