Pues sí, nada del otro mundo

Pedro Ruiz (Barcelona, 1947) llevaba 20 años sin aparecer en la pequeña pantalla con programa propio. Se notó, la verdad, en su debut el viernes con Nada del otro mundo, en La 1. Ya lo había advertido en su presentación previa al estreno: “Salir para decir chorradas no es necesario” o “los números no lo son todo en televisión”.  Así que, presumiendo de que no iba a usar el célebre pinganillo que mantiene en contacto al presentador/presentadora con realización, saltó al plató con tres entrevistas en directo, dos canciones sin playback y dos sketches, grabados, eso sí. ¿El resultado? Un mísero 5,7, muy por debajo del ganador del día, el De viernes de Telecinco, espacio, como es sabido, en el que sí encadenan una chorrada tras otra y que vive pendiente de la audiencia. Bueno, el programa, que hizo honor al título, al menos fue blanco, por momentos ingenioso y, por otros, tedioso. Quizá no se escogieron bien los invitados para el estreno: la bloguera Dulceida y los cantantes Rozalén y David Summers. En La 1 igual tienen paciencia con Pedro o lo vemos muy pronto en La 2.