BOIG PER TU
No hay duda, ella es la reina
No hay que darle más vuelta a la cosa. En este país seamos lo que seamos y pensemos lo que pensemos, en cuanto aparece Isabel Preysler (Manila, 1950) y nos dice, como en la canción, ven, vamos y lo dejamos todo. Solo así se explica que su presencia en El Hormiguero, ante un babeante, de satisfacción se entiende, Pablo Motos, lograse, ocho años después de su primera presencia (2015), una estratosférica audiencia del 20,6 con 2.800.000 espectadores dejando en pelota picada a toda la competencia. De hecho, a Isabel se la superó en este 2023, la presencia de Alberto Núñez Feijóo, un ya lejano 28 de junio, que alcanzó un 25,9. Pese a su peculiar dicción, y a que en principio solo venía a publicitar su docureality de Disney + sobre la Navidad, La Preysler, que estaba tan a gustito que hasta compartió parte de la tertulia posterior con su hija Tamara, confirmó que es la perfección personificada. Más que andar, levitaba, y su vestuario no tenía ni una arruga, ni una mala pose. Incluso su zasca a Mario Vargas Llosa –“mi última ruptura no me dolió nada”– fue puro glamour.