El cómico denostado

Y cabría añadir lo de “.. ahora”, porque en los setenta y ochenta alcanzó el Olimpo de los humoristas con sus imitaciones y sus chistes que, ahora mismo, están totalmente descatalogados por inaceptables, por aquello de lo políticamente correcto que nos rodea. ¿Quién, por ejemplo, no ha comprado en una gasolinera, años atrás se entiende, un casete de sus chistes para que nos hiciesen compañía en un viaje largo? El caso es que el madrileño Francisco Rodríguez Iglesias (1947), criado en la valenciana Catarroja y más conocido como Arévalo, acaba de fallecer y ahora se recuerda toda su trayectoria profesional en cine y teatro, pero sobre todo en televisión, donde era un fijo en todos los programas musicales y de variedades de cualquier cadena y se le podía encontrar indefectiblemente en todas las películas de Mariano Ozores, especialmente con Andrés Pajares y Fernando Esteso. Sin embargo, lo que entonces se le aplaudía y levantaba hilarantes pasiones ahora está muy mal visto. Los chistes son los mismos, sí, pero los espectadores y las circunstancias ya no.