¿Los famosos son una opción?
En el prime time de La Sexta regreso el clásico ¿Quién quiere ser millonario?, un concurso cultural que se estrenó en este país, en Telecinco, además en 1999 con Carlos Sobera, y su por aquel entonces peculiar movimiento de cejas, para pasar posteriormente a Atresmedia alternando Antena 3 y La Sexta. Digámoslo ya. No arrasó. Quedó por detrás de Supervivientes, que con un 18,00 va como una bala, y de El Hormiguero, siempre regular en los puestos de cabeza, pero vapuleó, por ejemplo, a TVE y su Baila como puedas, que alcanzó un mínimo histórico. Pero, a lo que vamos. Últimamente, comienzan ya a resultar cansinos estos programas en el que acuden a lucirse –o no– los famosos de turno recogiendo dinero para ONG. Está bien, no lo dudamos, pero, no sé, en casa disfrutamos más cuando los concursantes a llevarse el millón son anónimos y, que no se nos tache de egoístas, el dinero que ganan es para ellos. En el estreno, Paco León, Sílvia Abril y Ainhoa Arteta recogieron cerca de 80.000 euros. No está nada mal, pero no engancharon del todo.