¿Y qué ha sido de ellos?
Si exceptuamos a Jorge Javier Vázquez con un millonario contrato con Mediaset, a la que le sale más rentable darle un programa –en este caso, Supervivientes– que tenerle haciendo pasillos cobrando a final de mes o que indemnizarle, el resto de las estrellas del defenestrado Sálvame no han tenido demasiado recorrido más allá de aquel esperpento al otro lado del Atlántico emitido en plataforma televisiva. Terelu Campos, tras un fugaz paso por las mañanas de TVE, ha tenido su momento de gloria en el ¡De viernes! para hablar de su hermana y de su sobrino que acaba de separarse (de su hija Alejandra, al parecer tiene “Constanzia”, y perdonen el discutible juego de palabras); Carmen Borrego, apuntada al melodrama como quien se apunta a un bombardeo aguantó tres semanas en Supervivientes antes de dejarlo; María Patiño, en expectativa de destino, hasta se pasó por el Col·lapse de TV3 con Ricard Ustrell como anfitrión. Y el resto, aún peor, Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Carlota Corredera, Lydia Lozano, Carmen Alcayde, totalmente desaparecidos.