¿Juicio o un mal circo?
Aunque todos los colaboradores y tertulianos de los programas del corazón hacen ver que son –que no es exactamente lo mismo que lo sean– expertos en derecho penal, y ahora más que nunca, del derecho penal tailandés, los programas del corazón –los informativos, a dios gracias, es otra cosa– están que no viven con el juicio por asesinato de Daniel Sancho. La justicia de Tailandia ha cerrado la corte de Koh Samui, donde se celebra la vista, a cal y canto para los medios, con un acceso más que restringido para los demás. Da igual. A la media hora ya ha trascendido todo lo que se ha dicho y hecho ante el tribunal, con lo cual la sensación de que todo es un circo, donde la audiencia prima sobre cualquier otra consideración, es un hecho. La guinda estuvo en La Sexta, donde la jurista Beatriz de Vicente fue capaz de mantener una conversación –íntima, apostillaron– con el acusado en el juicio. Algo impensable en cualquier otro tribunal. Y aún faltó por ver la reconstrucción teatralizada de los hechos en Fiesta, que provocó vergüenza ajena. Al programa ya no le queda ninguna.