Sobra tanta hipocresía
Al final todo salió bien y el teatrillo de las trifulcas de la familia Galdeano-Suescun mostrado en vivo y en directo en ¡De viernes! fue lo más visto de ese día. Pero no será porque Telecinco no fuese disparándose al pie a lo largo del programa. Eso sí, cebos no faltaron, hasta el hartazgo, pero antes de que apareciese la protagonista a largar y a soltar unas lagrimitas, la dirección colocó por delante –quien manda manda– una entrevista promocional a Carlos Latre de su Babylon Show, que empieza hoy; luego, tras los cebos correspondientes, otra a Xuso Jones y a su concurso Lo sabe, no lo sabe, que también arranca este lunes en Cuatro. Las redes ardieron (¡cómo me gusta este topicazo!), en contra, claro está. Dicho esto. A todos aquellos que califican la presencia de Sofía Suescun en el plató como una exclusiva y de una valentía sin límites ante sus padecimientos cabría recordarles que su presencia no fue gratuita, ni barata, y que llegó tras arduas negociaciones en un despacho pactando precio y lo que debía o no decir. Lo suyo exigía menos exhibicionismo público y más juzgados.