El Mag Lari, fuera de lugar
En casa, desde el retorno del Grand Prix hemos acabado enganchándonos a Vuelvo a empezar, que se emite en La 1 a continuación. Un programa que pretende mostrar “la España vacía”, que luego no lo es tanto, a partir de protagonistas, nativos o no, que en un momento dado de su vida dejan su plácida vida urbanita para regresar a su casa natal o a poblaciones de menos de mil habitantes, para comenzar de cero. Este lunes, resulta que el espacio se trasladó hasta Castellserà para ser recibido por el Mag Lari (Barcelona, 1973) que tras pasar por Tiana y Tàrrega ha acabado viviendo en la pequeña localidad de l’Urgell. No es que su presencia estuviese mal, pero es que no encajó nunca con la filosofía del Vuelvo a empezar. Dio la sensación de un publirreportaje sobre su casa encantada, sus museos, su petit Llantiol donde ofrece espectáculos de magia además de publicitar sus espectáculos y presumir de que es el director escénico del Mago Pop. A diferencia de otros, no socializó con sus vecinos salvo con el grupo teatral Campi qui Pugui. La verdad, muy fuera de lugar.