La Esteban es mucha Esteban
Hay que rendirse a la evidencia. Si, televisivamente hablando, no existiese Belén Esteban (Madrid, 1973), habría que inventarla. Estaremos de acuerdo o no con el tema, pero es, y no de ahora, un animal televisivo de primer orden desde que hace unos cuantos años saltó al olimpo mediático (radios, televisiones y prensa del corazón, y de la otra) por sus escarceos amorosos con el torero Jesulín de Ubrique que culminaron con el nacimiento de su hija Andrea, primero, y su traumático adiós de Ambiciones, después. Desde entonces Belén Esteban encontró su lugar en el mundo y de ello ha vivido toda su vida hasta alcanzar el título de “princesa del pueblo” desde Sálvame, su palacio en el reino de Mediaset. Ahora, desde su exilio en Ni que fuéramos... en la minoritaria Ten, sigue en primer plano. Bueno, a lo que vamos, la semana pasada fue a La revuelta de Broncano y le hizo pulverizar índices de audiencia dejando en un nada a Motos. Este jueves estuvo en El Hormiguero, y el de Antena 3 consiguió uno de sus mejores registros de los últimos meses. ¿Alguien ha pensado en repescarla?