Cuando España se paralizaba
Aunque no se lo crean, ante el aluvión de cadenas, plataformas y demás formatos a través de internet, hubo un tiempo, mejor o peor según gustos, en que en este país solo existían dos opciones televisivas: La 1 y el UHF (posteriormente, La 2), ambas de RTVE. Y cuando un programa triunfaba, lo hacía de verdad enganchando a millones y millones de espectadores. España, en momentos puntuales, quedaba paralizada con todo el personal pendiente de la pequeña pantalla. Este fue el caso, en estos días de noviembre, pero de hace 67 años, de la emisión del último capítulo de una mítica serie: El fugitivo. Cuatro temporadas en este país, entre 1963 y 1967, con 120 capítulos a sus espaldas acerca de las desdichas de un cirujano, el doctor Richard Kimble, huyendo de la policía tras ser condenado a muerte por el asesinato de su esposa, que evidentemente no cometió. En el último momento conseguía detener al verdadero criminal, “el manco”, para satisfacción de la audiencia y del agente de la ley que le perseguía. Lo de Harrison Ford, años después, quedó como un juego de niños.