El falso directo es lo que tiene
La revuelta, con el ajedrecista José Carlos Ibarra, volvió a superar a El Hormiguero que contó con C. Tangana y Yerai Cortés en el plató. Pero eso comienza ya a no ser noticia. Lo que ha arrasado en redes sociales, que tampoco es para colgarse medallas, es una circunstancia que acaeció en el programa de David Broncano. Después de varias semanas de ausencia reaparecía la colaboradora Valeria Ros (Guecho, 1986), polificacética profesional que lo mismo te escribe un guion, se marca un monólogo o presenta un programa. El caso es que, ji, ji, ja, ja, salió el tema de sus habilidades como gimnasta. Y Valeria, no corta ni perezosa, se marcó unas volteretas de cara a la cámara y ante el público. Las hizo perfectas pero, ¡ay!, su falda tejana era corta y en el giro se subió para arriba dejando entrever su ropa interior. ¡Oh, vaya escándalo! La cosa hubiese pasado de lo más desapercibida de no ser por la mente censora de los responsables del programa, contradiciéndose con su propia filosofía. Como el programa está grabado, pixelaron su entrepierna en el giro. Y claro, se enteró todo el mundo.