La moda es, ahora, apuntarse
Desde que Bárbara Rey destapó la caja de los truenos contando algo que a nivel popular era archisabido, la moda, ahora mismo, es apuntarse a confesar que también se ha tenido un escarceo amoroso con el emérito. Así están las cosas y en Mediaset se están caracterizando, sobre todo en fin de semana, a ir aportando detallitos, cositas en torno a las hazañas amatorias del monarca. Podría pensarse que, en el fondo, todos estos montajes obedecen al hecho de promocionar el docudrama de Bárbara que anoche estaba previsto que estuviera físicamente en el plató aunque el de ayer se anunciaba como el primero en que estará presente, de manera física, en el plató. El caso es que el pasado viernes en Telecinco sacaron a colación tres nuevas historias amorosas sobre el particular. La primera, tratada con un respeto infinito, eso sí, la de Marta Gayà a la que catalogaron como la oficial y la más discreta. Luego jugaron a las adivinanzas con una folklórica, La Polaca, y acabaron con Malena Gracia que explicó que a ella también le llegó una invitación para acudir a una cacería real. Y que no fue.