Un placer auditivo
En las fiestas navideñas se acumulan tradiciones más allá de los villancicos, belenes, tions, Papanoeles y Reyes Magos, sin pasar por alto los ágapes desmesurados en pequeño o gran convite. Televisivamente, existen otras tradiciones que también aumentan año tras año: los anuncios de la Lotería, de El Corte Inglés, de Campofrío y colonias, muchas colonias.. Y por supuesto, las campanadas desde la Puerta del Sol, especiales, resúmenes del año y, ahí queríamos llegar, el concierto de Año Nuevo desde la Sala Dorada de la Musikverein de Viena. Desde 1941, ahí sigue inamovible. La edición de este año ha sido una de las mejores de los últimos tiempos bajo la batuta del napolitano Riccardo Muti, quien, a sus 83 años, sigue en plena forma. Centrado en el 200 aniversario del nacimiento de Johann Strauss hijo, se desgranaron piezas de toda la familia y, por primera vez, una obra de una mujer, Constanze Geiger, firmada en 1847. Directora en el atril aún no, pero todo llegará. Y, por supuesto, los comentarios de Martín Llade y su frase del día: “Si es que este hombre las Muti callando.” Genial.