La deriva de Jorge Javier
O al menos así lo parece. Jorge Javier Vázquez Morales (Badalona, 1970) no levanta cabeza, televisivamente hablando, porque de sus escárcelos teatrales y literarios se guarda un celoso silencio, desde el cierre de Sálvame, su programa estrella y el que le llevó a los altares de la audiencia. Desde entonces lo suyo ha sido un encadenado de decepciones, a excepción de las galas de Supervivientes. Este sábado, se puso al frente de Hay una cosa que te quiero decir, un viejo programa de la casa que tuvo su momento en el 2015 con una media excelente del 15,6. Pues bien, en su estreno, no llegó a los dos dígitos superado por el retorno de un clásico, Atrapa un millón con Manel Fuentes en Antena 3, y la película de Cuatro, Top Gun: Maverick con el sesentón Tom Cruise que parece haber hecho un pacto con el diablo. En casa nos parece que el problema de Jorge radica en que está demasiado etiquetado. El público lo ve como el presentador sarcástico, pelín villano y canalla, de su primera etapa. El buenísimo lacrimógeno de ahora no acaba de ubicarlo adecuadamente.