Hay que cerrar fogones
El estrepitoso fracaso del estreno en La 1 Bake Off: Famosos al horno nos permite incidir de nuevo en una constatación que ya esbozamos aquí mismo no hace demasiados días: el personal está ya saturado de tantos programas en torno a la cocina. Y matizamos aún más. Se aceptan los programas didácticos y divulgativos que explican recetas y lugares, a lo largo y ancho de la geografía española, dónde degustarlas, pero rechaza los realities, y todas las cadenas cometen el mismo error, en donde la habilidad culinaria es lo de menos y lo que prima son los malos rollos, expulsiones y teatrillos diversos de los concursantes, donde daría lo mismo su talento ante sartenes y ollas que en el campo de la papiroflexia. A MasterChef, en todas sus vertientes, hay que darle ya un largo descanso; y así, con todos.. desde la Batalla de restaurantes de Chicote que es un Joc de cartes, mesetario, pero con idéntico mal rollo o incluso más que el show de Marc Ribas. Al final, lo único que perdurará es el miniespacio de Karlos Arguiñano porque instruye, deleita y nos hace salivar.
