Sin novedad en el frente
Mientras Terelu Campos, con su hija Alejandra defendiéndola como un Alonso de Entrerríos cualquiera, en plató; y su hermana Carmen Borrego, y su sí, pero no, en directo claro, con su hijo, me recuerdan muy mucho a aquel viejo chiste argentino con la gata Flora como protagonista (búsquenlo por internet y ya me dirán), nos quitamos el sombrero ante la estrategia de Montoya, con el asesoramiento de Telecinco, por supuesto, en Supervivientes. Por si no lo saben, cosa imposible hasta en Groenlandia, son hijas del mismo padre y de la misma madre, doña Teresa Campos, pero van a la suya según se mueva el pagador de la cadena, pero lo suyo se ve siempre impostado y a expensas de lo que ocurra. Sin embargo con Montoya, es más de lo mismo. De improvisado, nada. Todo guionado, pero engancha. Es un resabiado con mucha mili, pese a su juventud, en esto de la tele y las redes sociales. Es estrella, aunque haya dudas de sobre cuándo durará su esplendor, pero su caja, siempre abierta, es insaciable. Ayer, salvo imprevistos, saltaba a los Cayos. Lo suyo es, ahora mismo, imparable.