Excelencia televisiva
Es algo incuestionable. Ahora mismo no hay nada que genere tanta audiencia en una cadena convencional y generalista como Tu cara me suena de Antena 3. Es la madre, y el padre, de todos los programas familiares de entretenimiento pese a sus defectos, que también los tiene: excesiva duración, excesivos cortes publicitarios en su tramo final, la sobreactuación del jurado ante cada actuación a la que luego, a la hora de la verdad, puntúan bajo, y el excesivo autobombo. Ya sabemos que TCMS es excelente pero no hace falta que nos lo recuerden cada cinco minutos. Dicho esto, que por otra parte ya habíamos denunciado en anteriores ocasiones, el estreno de la duodécima temporada fue excelencia televisiva pura: un 24,1 por 12,00 del De viernes (Mota ni estuvo ni se le esperó). Melani, la adolescente más joven del show, arrasó como “Céline Dion en la Torre Eiffel en los JJOO de París” y Bertín Osborne, antes imitado y ahora imitador en sus horas más bajas, lo hizo francamente bien como Omar Montes. ¡Ah, y Goyo Jiménez ya es el titular de las risas y bajas puntuaciones! Es lo que hay...