Fecsa nos asedia
Lleida
Sr. Director:
Hace un mes recibía la visita en casa de dos personas que trabajaban para Fecsa. Me siento invadido por la publicidad por tele, mar e internet, y el empacho que sufro hace que nunca atienda promociones. Ni por teléfono, ni a domicilio ni con señales de humo. Amablemente se lo hice saber, a los señores de Fecsa, que insistían en saber cuál era mi compañía eléctrica. ¿Qué pueden hacer con las personas mayores?, pensaba yo mientras tanto. No les revelé el misterio de quién nos alimentaba de electricidad porque una compañía que considero impresentable humanamente y ecológicamente no tiene porqué saberlo. Pero a usted, al oído, le confesaré que nuestra familia es desde hace años de Som Energia, una cooperativa de energía verde, y muy satisfechos de su dimensión humana y ecológica. Ante mi negativa a dar información, la respuesta de los de Fecsa fue “pues ya volveremos”.
Por un día Fecsa cumple su palabra, y ayer volvieron. Cuando por el intercomunicador supe quiénes eran les recordé que no tengo ningún interés en recibir ninguna promoción en casa y que estoy muy contento con mi compañía eléctrica. Me respondieron otra vez con uno “pues ya volveremos” y los confesé que me sentía asediado. “Es nuestro trabajo” respondieron, argumento ante el cual repliqué que su responsabilidad también era transmitir a sus superiores que hay clientes que, libremente, optamos por no querer saber nada de sus ofertas. Y que no toleramos sus métodos de acoso a domicilio, que algún día alguien tendría que frenar vía regulación legal.