Que nos peguen un tiro
SR. DIRECTOR:
La hostelería es uno de los sectores que más están sufriendo económicamente los efectos de la pandemia. En Lleida ya llevamos tres cierres. Cuando empezaron los rebrotes en verano, pese a que la mayoría de focos se concentraba en temporeros y trabajadores del campo, el único sector obligado a cerrar fue el hostelero.
Este mes nos obligan de nuevo a cerrar, pese a que en Lleida no había un riesgo tan alto como en Barcelona, donde sí estaban desbordados. Que no hablen luego los políticos de centralismo estatal, porque en Cataluña vamos sobrados de centralismo. De las ayudas prometidas por la Generalitat, para qué hablar. Otra cortina de humo. Del dinero anunciado me confirma mi gestoría que veremos entre poco y nada, y lo poco habrá que devolverlo más adelante. Lean la letra pequeña. Propongo a nuestros gobernantes una manera más eficaz de ayudarnos. Que nos peguen un tiro directamente, será una forma más rápida y menos dolorosa de morir, porque las secuelas económicas y psicológicas de esta situación serán catastróficas.
Eso sí, ellos bien sentados en sus tronos con sus sueldazos intocables, pase lo que pase, por mal que lo hagan, aunque el pueblo reviente. Ineptos.