El suicidio, la pandemia silenciosa
SR. DIRECTOR:
Lamentablemente, hace poco saltaron todas las alarmas en el mundo del espectáculo y en las redes sociales, puesto que la gran actriz ganadora de cuatro Goya Verónica Forqué fue hallada muerta, presuntamente por haberse suicidado. Inmediatamente, los medios de comunicación y las RRSS se incendiaron de mensajes y publicaciones de condolencia a la familia de la actriz y de llamadas de atención con textos informativos sobre el suicidio.
Realmente en esta sociedad siempre procedemos de la misma forma, tendemos a escandalizarnos y lamentarnos por lo sucedido una vez ya no tiene remedio, en lugar de preocuparnos antes de que pasen las cosas. La realidad es que ya llevamos más de dos años de pandemia y se ha producido un grave aumento en los casos de suicidio, pero, realmente, la depresión es una pandemia que lleva muchos años azotando a las personas, pero nunca se ha visibilizado y normalizado como se debería.
Y es que en los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60% a nivel mundial, deteriorando hasta tal punto la salud mental que la misma OMS estima que a estas alturas pierden la vida más personas por suicidio que por accidentes de tráfico. Sin embargo, lo más preocupante de todo esto es que la mayoría de dichos suicidios están protagonizados por adolescentes. Deberíamos hablar más sobre la salud mental a nuestros hijos y enseñarles a expresarse como es debido, a pedir ayuda si es necesario, y evitar así que esta pandemia silenciosa se lleve a más gente por delante