¿Quo vadis, Europa?
SR. DIRECTOR:
En el inestable mundo actual, lleno de incertidumbres y zozobras, existe un nutrido grupo de políticos que manipulan y mienten para capitalizar el miedo y malestar de la población por problemas sobrevenidos como la pandemia o la crisis económica fruto de la criminal guerra de Putin. De este modo en Suecia, con el auge del filonazismo como segunda fuerza política, el legado de Olof Palme se diluye, mientras en Italia, con altísima abstención, triunfan los posfascistas. Así, cerebroplanistas y negacionistas logran el poder. Estos adictos a la confrontación, llegan a los Parlamentos provocando la desafección ciudadana y sometiéndose a un lavado de imagen en el que camuflan sus mensajes xenófobos para deshumanizar a los migrantes mientras les culpan de todos los males del país. Por otra parte, quieren socavar la democracia desde dentro y son contrarios a las conquistas sociales y los valores democráticos. Y sí, es paradójico que la primera mujer en llegar al poder en Italia lo haga de la mano del fascismo.