Un aranés decepcionado
SR. DIRECTOR:
Cuando voy a visitar a mis familiares y conocidos a la residencia de mayores, veo el desconsuelo, la tristeza y el desamparo que sienten cuando tienen que abandonar su amado valle, en el que nacieron, donde crecieron y crearon toda una vida, para tener que ir a una residencia fuera de su hábitat natural. Dado que la residencia de Viella se ha quedado pequeña, se tienen que ir a Lleida, Esterri, Pont de Suert y hasta Barbastro muchos de ellos. Cuando en Les hay una residencia vacía y cerrada a cal y canto, nuestros mayores siguen siendo desterrados hacia otros pueblos y otras comarcas. Con esta carta quiero hacer un reclamo a la Síndica y los políticos de la Vall d’Aran. ¿Cómo pueden permitir que nuestros mayores vivan sus últimos días fuera de su hábitat, de sus costumbres, de su entorno y de su lengua? Señores, abran ustedes la residencia de Les o tomen medidas para solucionar el problema de nuestros mayores, esos mayores que dieron y lucharon tanto por este valle. Quisiera que esas montañas que, en las cuatro estaciones, los vieron crecer también los vieran morir con dignidad y en paz. Un saludo a todos los araneses.