Abducción total

Joan Pons, alma mater de El Petit de Cal Eril, publicó la primavera pasada un nuevo disco de estudio titulado La Força. Hablamos de un álbum que destila personalidad propia innegable aunque guarde puntos referenciales comunes con los cuatro trabajos anteriores: Per què es grillen les patates (2007), I les sargantanes al sol (2009), Vol i dol (2010) y La figura del buit (2013). Después de cierto tiempo sin actuar en la capital de Ponent, Pons volvió a subirse al escenario de uno de sus locales taslismanes, el del Cafè del Teatre, en plena gira de presentación de sus canciones más recientes. El disco lo forman 11 melodías cuyos parcos títulos son El cap, El senyal, Els altres, El punt, El plor, El salt, El cor, El verí, La trampa, El pas y L’adéu, configurando una especie de todo abstracto porque, como suele ocurrir en su poética, el Petit invita al que escucha a participar en la interpretación de sus oníricos y siempre imprecedibles contenidos cantados. Al cantautor de Guissona le gusta sorprender en sus presentaciones en vivo y, como pudimos comprobar los que acudimos a su encuentro, todo su show fue mágico logrando inocular a estas canciones recientes una sonoridad sorprendente, mucho más densa y adictiva que la que se escucha en los (casi) austeros arreglos instrumentales presentes en el disco. Acompañado por Dani Comas, bajo, Artur Tort, teclados, y Jordi Matas e Ildefons Alonso, en un curioso y envolvente contrapunto de baterías y percusiones (apoyando todos con armonías vocales), un Joan Pons en estado de gracia artística nos obsequió con su inimitable manera de tocar y cantar y esa conocida locuacidad suya entre canciones, logrando abducirnos completamente.