SEPAMOS LA LEY
Menores crueles y violentos
La niña quedó pateada sobre el suelo en el recreo de su colegio. 12 compañeros de apenas 13 años la habían atacado violentamente. Ningún profesor estaba presente en el patio. ¿Causa del ataque? Su forma de vestir, algo más elegante que el resto de sus compañeros. Resultado: hospitalización, fracturas diversas, hematomas, contusiones y pérdida de un riñón. El episodio ocurría aquí, en un colegio de Baleares. Más cerca todavía: Plaza Ricard Viñes, según me relatan: persona de edad avanzada recrimina a unos niños que estén agrediendo con contundencia a un tercero. ¿Reacción? “Vieja, calla esa boca y vete a un asilo”. Más mayorcitos agreden a sus padres o picotean en intentos de ingresar en bandas latinas.
El mundo de las nuevas adicciones
¿Dónde suele iniciarse esa infección de menores? Los expertos señalan tres presuntos culpables: móvil, ordenador y tableta. Por tales instrumentos tecnológicos se introducen con normalidad episodios de violencia, bien sea a través de juegos, bien por ciberbullying contra compañeros. Los recientes estudios sobre el fenómeno indican que en nuestro país, 1 de cada 10 alumnos escolarizados sufre la violencia de compañeros, si bien no lo hacen público a familiares y maestros hasta al cabo de 9 meses. Al alcohol, hachís u otra suerte de drogas, adicciones tradicionales, se une ahora la adicción al móvil con una media de llamadas de 3 a 4 minutos que ejercen una descarga cerebral semejante al estímulo de las drogas habituales.
¿Huérfanos de padres y maestros?
No querer problemas ni asumir responsabilidades es binomio habitual en la conducta de muchos padres. Escuelas y maestros, zarandeados por recortes y cambios de sistema, conducen a muchos docentes hacia la apatía. Algunos ayuntamientos y Comunidades Autónomas comienzan a tomarse en serio el problema para intentar resolverlo.
Consejo legal
Cuando la violencia lleva al delito a un menor pasa el caso al Tribunal Tutelar de Menores. Allí prevalece proteger la rehabilitación del menor y prima el interés de este, dado que siempre puede regenerarse. Se evita así tener toda una vida destrozada desde la minoría de edad. Además, los jueces de menores están asesorados por equipos técnicos especializados.¿Nuestros equipos técnicos tienen hoy un alto nivel de competencia? Permítaseme decir que, si todo es mejorable, deberían actualizarse protocolos y competencias de algunos profesionales que los integran, actualmente superados ampliamente por las nuevas situaciones.