¿Estafa emocional?

Lleida vuelve a estar en las primeras páginas de la actualidad noticiable a causa de esa niña atrapada en un cuerpo envejecido por una grave enfermedad y un padre que, mintiendo sobre su hipotética curación, ha conseguido convencer a cientos de ciudadanos para obtener generosos donativos superiores a 150.000 €.

La pericia de unos buenos periodistas intentando contrastar la noticia ha puesto al descubierto una inmensa mentira que puede estar ocultando un voluminoso fraude. De “estafa emocional” ha sido calificada la situación y hoy muchos se preguntan ¿cuáles son las características del delito de estafa según ley y jurisprudencia?

Hablan jueces y tribunales

El primer elemento, imprescindible y necesario para apreciar la existencia de un delito de estafa es el engaño, pero no un engaño cualquiera, sino el engaño capaz de conseguir un desplazamiento patrimonial económico en perjuicio de la víctima y en beneficio del estafador. Los tipos de estafa son variados, aunque la ley distingue entre uno elemental o básico y varios agravados en razón de la materia, importancia económica del perjuicio y número de perjudicados. Los tipos agravados comportan penas de hasta 6 años de prisión más multa de 6 a 12 meses.

¿Qué investiga ahora el juzgado?

Hoy, ante la evidencia de las declaraciones del padre reconociendo el engaño, juez y fiscal intentan averiguar cuánto fue el dinero recibido si, pericialmente valorado supera los 50.000 € y, sobre todo si la cantidad recibida se aplicó a gastos médicos para la niña o se distrajeron en beneficio de los padres para llevar un más alto nivel de vida o adquirir diversos bienes como pudieran ser automóviles, viajes, etc., ajenos a la enfermedad de la menor.

El juez de inmediato, en defensa de los posibles perjudicados, ha ordenado inmovilizar cautelarmente la cantidad existente en la cuenta a la que se enviaban los donativos. El resto de la investigación se dirige a constatar, si en este concreto caso, los elementos necesarios para apreciar el delito de estafa.

Consejo legal

Mi aplauso por la reacción solidaria ciudadana ante la enfermedad de una niña y su posible curación. Mi aplauso también hacia los periodistas que, contrastando la noticia, han sacado a la luz un hipotético fraude moviendo la rápida acción de judicatura y fiscalía. Confío que las secuelas de todo ello no salpique o dificulten el devenir de una niña gravemente enferma. La sociedad, hoy y aquí debe ser severamente exigente.