SEPAMOS LA LEY
Drogas nuevas en nochevieja
Un año más, batimos en Europa el record en consumo y tráfico de drogas. Nuestra policía divide en estos días su trabajo en dos claras fases: la preventiva, realizada a partir de noviembre para localizar y detener a quienes almacenan toda suerte de material estupefaciente para proveer el mercado de las fiestas navideñas y otra, centrada en Nochevieja, fecha estelar en distribución y consumo de drogas.
Drogas nuevas, nuevos problemas
Dos drogas, hasta ahora inéditas, se llevan la palma del peligro y la destrucción físico-mental, una de ellas, denominada marihuana sintética, conocida como spice, sustancia no incluida todavía en la lista de sustancias estupefacientes, resulta indetectable para los métodos de análisis tradicionales. Mallorca y Barcelona han sido las plataformas de su difusión, y dos centros médicos, Son Espases y el Clínic son los únicos que disponen de medios para detectarla, aunque a un coste diez veces superior a los análisis habituales. De agradable olor a cítricos se diluye con facilidad en toda clase de líquidos. Escopolamina, es el nombre técnico de la otra nueva droga conocida vulgarmente como burundanga, capaz de dejar anímicamente inerte a la persona que la consuma o a quien le sea suministrada proporcionando un escenario idóneo para la perpetración de toda suerte de abusos sexuales ante la incapacidad de la víctima para ofrecer resistencia.
El peso de la ley
Nuestro Código Penal castiga duramente el facilitar, promover u ofrecer el consumo ilegal de drogas tóxicas, castigando así mismo la posesión de tales sustancias para dichos fines. Las penas son de hasta seis años de prisión y multa de tanto al triplo del valor de la droga. Las penas pueden ser superiores a los seis años si se dan circunstancias especiales como por ejemplo ofrecerlas a menores, ser quien las ofrece, educador o funcionario, o pertenecer a organización criminal, entre otras muchas.
Consejo legal
Hoy toda prevención es poca para no ser víctima o autor de un delito contra la salud pública. Al tradicional listado del hachís, cocaína y heroína se une la potencial proyección que da la mezcla con el alcohol. Facilitar, vender, almacenar drogas e sustancias estupefacientes en cantidad que supere la correspondiente al consumo para uso propio, en estas fechas ocasionales, puede destrozar una vida joven o adolescente, conduciéndole directamente al cumplimiento obligado de duras penas de prisión.