Violencia de género. ¿Cuestión de Estado?

Once son las víctimas mortales contabilizadas hasta la pasada semana por violencia de género. Siguiendo ese ritmo enloquecido, llevamos camino de batir nuestro propio récord. ¿Qué falla? ¿Por qué sucede todo esto? ¿Las leyes son ineficaces? Hoy ya no están disponibles 11.000 policías a causa de los recortes económicos para ejercer funciones de protección de la mujer. ¿De qué sirve la orden de alejamiento dictada por un juez si esta puede incumplirse una vez traspasada la puerta del juzgado?

Rasgos del maltratador. Muchos se sorprenden al conocer las características reales del maltratador-tipo. No son personas de aspecto siniestro ni de baja cultura, pues sobre el ciudadano agresor medio predominan características normales de empatía y buena relación con el entorno habitual, tanto familiar como de trabajo, ayuda a todo ello el que la agresión raramente se ejerce en público y discurre entre las cuatro paredes del hogar. Recuerdo una anécdota que me explicó un compañero de otra provincia: mujer angustiada que pide auxilio a la policía vía telefónica, policía que acude y se encuentra con la sorpresa que en el domicilio donde se pedía auxilio por parte de la mujer le salió a abrir la puerta el juez del lugar.

¿Utilizamos inteligentemente los medios existentes? Si los ayuntamientos tienen todos servicios de asistencia social, si los forenses están siempre en los juzgados de vigilancia, si la policía judicial está siempre en el juzgado, uno se pregunta ¿por qué no se forman miniequipos que, de forma inmediata, asesoren y aconsejen justo en el momento posterior al que la víctima recibe la orden de alejamiento para así asesorarle con el fin de que puede afrontar el futuro con mayores garantías para su propia vida?¿Por qué en lugar de proclamas y demandas no se ponen asociaciones y partidos a trabajar en una dirección más práctica? Mi sugerencia no pretende ser única y es mejorable. O dejamos de estar pasivos o seguiremos contabilizando muertes.

Consejo legal. Hoy creo haber dado ya con exceso mi consejo. Ojalá haya podido encender alguna luz en quienes pueden y deben poner soluciones. Basta recordar que una simple y sencilla pulsera electrónica unida a otro elemento análogo en manos de la posible víctima, vía móvil u otro medio, pueden salvarle la vida a la par que alertar a la policía. ¿Seguiremos diciendo que no hay presupuesto para ello?