LIDERAZGO
Diviértete
Ver la vida de color rosa ayuda, pero posiblemente nos aleja de la cruda realidad, y eso puede resultar peligroso. Estamos rodeados de injusticia, violencia, corrupción o desempleo. En el ámbito laboral también hay momentos complicados, más de los que nos gustaría. Esto es lo que hay. ¿Qué actitud adoptar? ¿Cómo podemos gestionar esta situación? Está comprobado que tomarse las cosas desde un punto de vista positivo reduce la presión y el estrés, potencia la automotivación y en consecuencia eleva la probabilidad de éxito en el ámbito personal y profesional. Las personas positivas suelen ser divertidas. Mi mensaje es claro: el camino hacia el éxito requiere diversión.
El líder auténtico ha de ser divertido. El término diversión nos aporta una doble perspectiva, es tanto la acción de divertir, como la de divertirse. Divertir es hacer pasar el tiempo de manera alegre y entretenida. Por lo tanto, el líder debe orientar su gestión, en primer lugar, a divertirse, entretenerse y ser feliz; y en segundo, a divertir a los demás, ayudarles a ser felices. El éxito acompaña a los dirigentes que más allá de ser felices y divertidos, saben transmitir estos sentimientos positivos a sus equipos. El líder divertido es un catalizador de la productividad y de los buenos resultados del negocio.
Divertir y divertirse es más complejo de lo que parece. Contar con esta competencia es sin lugar a dudas una verdadera fortaleza para cualquier persona. Estos conocimientos y habilidades se adquieren, se entrenan y se desarrollan. Y lo que es aún más importante, perfeccionarlos es cuestión de actitud. Un claro ejemplo de aprendizaje/resultado, lo encontramos en la “risoterapia”, como técnica psicoterapéutica para producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. El humor elimina barreras entre personas y ayuda a elevar la moral. Además, la gente divertida suele ser creativa y rápida de mente a la hora de afrontar desafíos y resolver problemas.
Piensa en formas graciosas para darle la vuelta a situaciones complejas y estresantes, restándoles importancia al abordarlas con una actitud positiva y divertida. Relaja el ambiente transformando el lugar de trabajo en un espacio divertido, de esta manera conseguirás que el propio trabajo sea en sí motivante e ir a trabajar no suponga un duro esfuerzo sino una oportunidad de crecimiento. Jack Welch, empresario y escritor estadounidense elegido ejecutivo del siglo XX, dejó escrito que “el negocio debe ser divertido, pero para demasiada gente sólo es un trabajo. Siempre he pensado que las fiestas son un buen modo de revitalizar la organización. Siempre buscaba la manera de celebrar hasta la menor de las victorias.” Hazle caso.
Trabaja para ser un líder divertido. Si tienes una posición de liderazgo o desempeñas un puesto con personas bajo tu responsabilidad (mando intermedio), imprime en tu equipo un tono de buen humor y haz que la diversión sea parte del trabajo. Descubre cuál es la idea que tienen tus trabajadores acerca de pasarlo bien, y comienza a construir en el trabajo relaciones de confianza basadas en la diversión. Mantén siempre esta actitud. No lo dudes, la gente más divertida es más productiva y exitosa. En el deporte de alta competición se trabaja para ganar. Pero este objetivo genera presión y en muchas ocasiones la derrota. Por eso hay entrenadores que piden a sus deportistas que simplemente salgan a divertirse, que disfruten porque de esta manera alcanzarán el éxito. Esta es mi propuesta: diviértete.
Todo puede resumirse en la frase tan potente que nos dejó el escritor irlandés Oliver Goldsmith: “Un libro puede ser divertido y estar lleno de errores o ser muy aburrido, pero sin un solo error.” Piensa qué libro quieres ser.