Presupuestos para el empleo y el gasto social

Los PGE 2017 que ha presentado el Gobierno la semana pasada permiten mantener el crecimiento y la creación de empleo que son las prioridades del Gobierno de Mariano Rajoy desde 2011. Lo avalan más de 160.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social en marzo, más de 600.000 nuevos empleos en 2016 y 1.759.260 altas en la Seguridad Social desde febrero de 2013. De éstas, 12.942 se han registrado en Lleida.

Desde que Rajoy consiguió la Presidencia, se ha priorizado el empleo sobre los planes E, rotondas y despilfarros de Zapatero que nos situaban al borde del abismo en 2011. La contención, la reducción del déficit, las reformas laboral, financiera, energética y fiscal, el pago a proveedores y las políticas de empleo han permitido que, de cada dos empleos que se crean en la UE, uno sea español.

No ha sido fácil: se tuvo que evitar la intervención y, a pesar de un duro ajuste, no se ha dejado a nadie en el camino. La previsión del Gobierno, que aprobó en 2015 unos PGE para 2016, ha permitido superar los meses vividos sin gobierno desde diciembre de 2015 y hasta después de los comicios de junio de 2016, que permitieron formar gobierno en octubre. La semana pasada, se pudieron presentar al Congreso los PGE de 2017, que es muy probable sean aprobados porque son los que necesita España. Si se consigue; podremos alcanzar el Objetivo 20-20, que supone contar en España con 20 millones de personas cotizando en 2020.

El empleo permite mantener el gasto social, al que se destinan siete de cada diez euros que invierte el Estado. En este proyecto de PGE se renuevan programas que terminaban en 2016 y no se podían prorrogar como el que permite destinar ayudas a los parados de larga duración, los que posibilitarán ampliar la ayuda a la dependencia y luchar contra la pobreza infantil y los destinados al fomento de la inserción y la estabilidad laboral.

Los PGE de 2017 también van a permitir trasladar los beneficios de la recuperación económica a las clases medias, consolidar la rebaja del IRPF y el impuesto de sociedades en 2015 que pusieron en el bolsillo de todos los españoles 9.300 MEUR, mejorar el empleo público y dotar con 5.387 MEUR a las CCAA para mejorar los servicios públicos esenciales que tienen transferidos. La dotación de fondos a las pensiones, la mayor partida del Proyecto de PGE 2017, crece en un 3%.

Por todo ello, es una enorme irresponsabilidad oponerse a estos PGE 2017 y así lo han entendido C’s, PNV y CC; cuyos representantes suman 175 diputados junto a los diputados populares. Con eso, tenemos ya un empate a 175 si PSOE, Podemos y los separatistas optan por intentar bloquear la aprobación. Esta situación otorga un valor especial al diputado del PP que conseguimos en Lleida a costa del PSOE, sin el cual no sería posible esta combinación.

Sería bueno por tanto, que los diputados por Lleida que van a Madrid a desconectar, conectaran con las obras y las inversiones que reclaman y votasen a favor de los PGE 2017 en lugar de poner el grito en el cielo por una ralentización en la ejecución de los proyectos que tiene varias razones. El no es no de Pedro Sánchez no ha salido gratis para nadie y menos aún para Lleida. Durante los tres primeros trimestres de 2016 vivimos sin gobierno y llevaremos, además, casi medio año –lo que va de 2017 y lo que haya de transcurrir hasta la aprobación de los PGE – sin Presupuestos. En 2016, hubo que paralizar las inversiones comprometidas porque se rebasó el objetivo de déficit previsto y hubiéramos incurrido en las penalizaciones previstas por Bruselas en caso de no haberlo hecho. Por otro lado, las grandes partidas que otros años se destinaban a Lleida ya no existen, porque el AVE, el Segarra-Garrigues, el Túnel del Vielha, la A-22 y la autovía Lleida-Igualada se han terminado. Esperamos su apoyo, el de los diputados por Lleida a los PGE 2018, que empezarán a tramitarse en septiembre, para que la N-240 Lleida-Borges y la A-14 Almenar-Límite Provincial con Huesca puedan avanzar. En todo caso, basta con 175 o 176 diputados y no sería ocioso recordar que toda obra, también las del Plan de Infraestructuras de 4.200 millones previsto para Catalunya de aquí a 2020, es imprescindible superar una serie de trámites previos antes del inicio de los trabajos. Pero la demagogia es gratis y, al final, solo puede ser vencida por la evidencia de los hechos siempre que el “no es no” a la estabilidad, los Presupuestos y la unidad de España nos impidan seguir avanzando y haya que convocar otras Elecciones Generales.