Internet criminal

Un eminente mando policial inició su conferencia sobre La delincuencia en la red diciendo “con internet pueden cometerse todos los delitos del Código Penal a excepción de la violación”. No le faltaba razón al buen policía, según estamos comprobando, episodios recientes como los de la Ballena Azul o el ciberataque masivo a nivel mundial de los ordenadores dan cuenta de la magnitud del problema. El reto criminal de la Ballena Azul dura un total de 50 días e incluye pruebas concretas de autolesiones en brazos o visiones de películas de terror durante horas para desembocar en el suicidio, todo ello con un lenguaje seductor dirigido a jóvenes y adolescentes. La primera de las detenciones por ese delito de inducción al suicidio se consigue gracias a la denuncia de un participante que abandona el macabro juego.

Chantaje y miedo en la red

El gran boom de las ciberrelaciones afectivas y sexuales on-line hace renacer a diario impensables delincuentes. En nuestro país tenemos un importante catálogo, en el que destaca un estudiante de informática, Jorge M. C., de 23 años, ya condenado y cuyo apodo era “ciberacosador”, capaz de acosar cruelmente a más de 250 quinceañeras. Su modus operandi consistía en conseguir la amistad de jovencitas de entre 12 y 17 años obteniendo de ellas el envío de fotos de explícito contenido sexual, usando incluso un perfil de mujer para conseguirlas. A partir de la obtención de las fotos ya pueden imaginarse lo que sucedía, pues solo en Catalunya se utilizan, a diario, aproximadamente 1 millón de chats.

La red, paraíso de los timos

Toda clase de timos y estafas saltaron pronto a la red animados por la fácil impunidad con la que se obtenían beneficios. El más conocido es el denominado “de la pesca” o fishing. La víctima recibe un falso correo de su banco pidiéndole de nuevo, por motivos de seguridad y mejora en el mantenimiento del servicio, datos personales para rellenar un formulario. Si el ingenuo pica, sus datos servirán para dejar vacía cualquiera de sus cuentas bancarias. Otro famoso timo es el llamado “simpa”, para hacer pedidos aparentemente solventes que, una vez enviados, jamás se pagarán.

Consejo legal

Si Vd. es víctima de un delito en la red, tome buena nota de la dirección telemática www.fraud.org, donde podrá obtener amplia y segura información tanto para su denuncia, como para la posterior protección de sus intereses.