Menores

Los menores en nuestro derecho son objeto de dos visiones diametralmente opuestas. De una parte se contempla su protección frente a los abusos de que pueden ser objeto y de otra, la influencia que su testimonio puede tener en diversos procedimientos judiciales.

Sorprende saber que estudios realizados en Francia sobre la influencia que tuvieron las declaraciones de menores en distintos procedimientos judiciales se detectaron un 95% de casos en los que esa declaración condujo a graves errores judiciales posteriormente revisados en sentencias.

Menores y procesos matrimoniales:

Los hijos son con frecuencia el eje de las batallas sostenidas en juicios de divorcio. El juez suele informarse a través de los menores de cuáles son sus preferencias para quedarse con el padre o con la madre, extremo este de máxima valoración judicial para la custodia del menor.

De lo que el juez deduzca de la exploración del menor dependerá su resolución respecto a quien otorga la custodia. Los menores son, por su propia naturaleza, altamente influenciables, extremo este que siempre debe tenerse en cuenta.

Menores y procesos penales:

Un menor puede en los procesos penales, ser víctima o testigo. Si es víctima será necesario el consenso de forenses y psiquiatras para valorar correctamente declaraciones y silencios. El proceso penal siempre deberá prever las posibles consecuencias posteriores que pueda tener para el menor el resultado de sus manifestaciones. Un menor puede llegar a ser, en determinados casos testigo protegido, aplicándosele los mismos protocolos de protección como si fuesen personas mayores. La protección de los menores en procesos penales no admite dilaciones debiendo ser atendidas de inmediato todas sus necesidades vitales y de seguridad.

Un menor puede ser víctima de abusos sexuales, violación, violencia doméstica, como delitos más habituales. El menor solo puede ser “explorado” por el juez, lo cual quiere decir que podrá utilizar los medios que estime convenientes para conseguir del menor una explicación de los hechos. Como muestra de la sensibilidad judicial, yo he llegado a asistir a una exploración de un menor, donde la oficina judicial estaba llena de juguetes para que pudiera expresarse con mayor tranquilidad.

Consejo legal:

El menor oculta muchas veces cuánto le sucede. Esté siempre atento a sus comportamientos irregulares o anómalos ya que a menudo, esconden o pueden ocultar que están siendo víctima de un delito.