Diario de campaña
Una campaña con mucho arte
Que en la pancarta más grande que se vio el lunes en la concentración por la libertad de Junqueras, Forn, Sànchez y Cuixart se leyera ‘Els museus no es toquen’ explica muchas cosas de esta atípica campaña. El Museu de Lleida está amenazado. El 155 es la particular espada de Damocles que pende sobre su futuro más inmediato. No deja de resultar curioso que no se pidan las obras originarias de Sigena que están en el Toledo o en el Prado. O que se vuelva a comparar el caso con los papeles de Salamanca, sin tener en cuenta que la Generalitat pagó por estas piezas, mientras que los papeles fueron un botín de guerra. Y para más inri, las 44 obras dejan un museo público para ser entregadas a una comunidad religiosa.
El mundo está lleno de casualidades
El 30 de noviembre, 10 aniversario de la inauguración del Museu de Lleida, fue el día elegido por la Audiencia de Huesca para confirmar la sentencia que obligaba al retorno de las obras. La Guardia Civil tiene permiso del juez para proceder al traslado el lunes a más tardar.