VENT DE PONENT
Hacer ver que manda
Josep Tarradellas dijo que “un gobierno de la Generalitat solo se puede formar en Cataluña, no afuera. La misión de un gobierno es mandar, no hacer ver que manda”. Y es que no es serio que nadie pretenda ser Presidente de Cataluña desde Bruselas. Cierto es que el reglamento no dice textualmente que el President deba estar dentro del Parlament para ser investido, ni tampoco dice que debe estar sobrio y vestido, pero es que ningún reglamento prevé obviedades. No se puede ser un presidente holograma o un presidente por Skype para Cataluña. Tarradellas ya en 1976 se mostraba sorprendido por el “oportunismo con el que algunos políticos catalanes creen que, a fuerza de salir en la prensa cada día por cualquier motivo, se convertirían en amos de la situación.” En aquellos escritos él se refería a Jordi Pujol, al que despreciaba, y que le hacía la cama desde Barcelona, pero igualmente serviría para la actualidad en la que algunos intentan negar la realidad. Hace cuarenta años la lucha por el poder entre ERC con Convergencia surgía y Tarradellas era consciente que detrás de las palabras que ellos decían había una auténtica lucha de poderes soterrada como la que están teniendo en la actualidad. Los líderes independentistas saben que han fracasado, que han perdido las elecciones y que su proceso no va a ninguna parte. Es urgente que dejen de denigrar el Parlament y de hacer el ridículo internacional. Cataluña necesita volver a la normalidad y al sentido común. Para gobernar en Cataluña hay que estar en Cataluña, tener las manos libres y limpias, y un proyecto para todos los catalanes. Puigdemont no cumple ningún requisito y está haciendo perder tiempo, oportunidades y fracturando a la sociedad por la mitad. Así que para acabar mi reflexión sabatina lo hago nuevamente con la frase del gran expresidente, “tengo la esperanza que entre las fuerzas políticas, sociales, e institucionales se impondrá el realismo y el sentido de responsabilidad, por encima de los particularismos y de los personalismos.” Si tienen ocasión relean a Tarradellas, y disfruten con su discurso del 23 de octubre de 1977 desde el Palau de la Generalitat o con muchas otras de sus pausadas reflexiones que parecen haber sido escritas recientemente.