COLABORACIÓN
El independentismo sin careta
portavoz de Cs Lleida
En el Ayuntamiento de Lleida todas aquellas entidades o asociaciones que estén inscritas en el registro municipal pueden presentar mociones para que sean debatidas y votadas en el pleno mensual.
En el del mes de febrero, la asociación Fòrum Ciutadà per la Cohesió Social intervenía para explicar su moción contra la esclavitud y la violación de los derechos humanos en Libia. Para ello, sus representantes disponían de un turno de cinco minutos, tras lo que se votaba. Y digo votaba, porque todos los grupos municipales éramos favorables a la misma, por lo que no iba a haber debate.
Pues bien, justo cuando los portavoces de la asociación se habían puesto en el atril para intervenir, un numeroso grupo de personas irrumpió fuera de los bancos del público, desplegaron una pancarta y tomaron posesión del atril y el micro.
Eran los miembros de uno de los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), que pese a que no se les permitió usar el micro no dudaron en soltar el discursito a grito pelado, para después proceder a bramar las consignas de rigor. Todo esto lo pueden ustedes ver en el vídeo que publicamos en nuestra cuenta de Facebook de Cs Lleida y la de Twitter @Cs_Lleida.
En el tiempo que llevo como portavoz de Ciudadanos en la Paeria, he vivido momentos duros, complicados e incluso alguno surrealista… pero quizás éste fue en el que mayor vergüenza ajena he pasado. Y es que no solamente se privó de su turno a los ponentes de la asociación por parte de los energúmenos del CDR. Lo realmente bochornoso, desde un punto de vista democrático, es que además cuando por fin se marcharon y pudieron comenzar su explicación, varios concejales de Convergència y uno de la CUP abandonaron el salón de plenos para ir a la plaza a fotografiarse en complicidad y plena sintonía con los del CDR.
Tanto hablar de falta de democracia, de ataques a la libertad de expresión y tanto cartelito con caras con la boca tapada, para en verdad, ser ellos los que coartan el derecho, tanto de las asociaciones como de los cargos electos, a expresarse donde se ejercen cada día las acciones que cimientan la democracia y el buen gobierno.
Esta es la verdadera cara del nacionalismo: autoritaria y liberticida. Vean el vídeo y juzguen por sí mismos.
O vean cómo se dedican a ensuciar todo el espacio público que les pilla a mano con los dichosos lazos amarillos. Incumpliendo de forma flagrante las ordenanzas de civismo y violentando a todos los que no pensamos como ellos. Por no hablar del coste extra de limpieza. Un coste que no debería salir del bolsillo de todos los vecinos de Lleida. Que los incívicos lo abonen. Porque esto no es libertad de expresión. Es incivismo. Es ensuciar el mobiliario urbano. Es faltar al respeto a los que discrepamos. Es querer imponernos su ideología. Y como siempre, hablando en nombre de el pueblo catalán. Demostrando que además de totalitarios son excluyentes. Expulsando de facto a la mitad de los vecinos de Lleida que votaron opciones no independentistas el pasado diciembre. Y haciendo de Ciudadanos la primera fuerza en la ciudad, por cierto.
Así que no se engañen y no dejen que les engañen: lo de los CDR es muchas cosas, pero no es ni democracia, ni respeto, ni libertad de expresión.