COLABORACIÓN
Hoy, Día Mundial del Agua
La creación del Día Mundial del Agua nació durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) en 1992
en Río de Janeiro. El agua es esencial para la vida, y es el denominador común de todos los retos del desarrollo sostenible. Necesitamos agua para producir alimentos. Necesitamos agua para producir energía. Mejorar el acceso al agua significa también que millones de niños y niñas puedan ir a la escuela en lugar de tener que andar kilómetros para llegar al pozo. Significa mejorar la salud materna, reducir la mortalidad infantil, preservar el medio ambiente.
Cada año se elige un tema como eje central de la celebración. Durante todo el año se realizan actividades en conjunto con los gobiernos de los países miembros. Estas actividades van encaminadas a reforzar dicho tema en cada país. A lo largo de los años se han abordado temas relacionados con la sostenibilidad del agua como recurso natural, con el suministro continuo en regiones marginales del mundo, con la potabilidad del agua dulce que es suministrada en diferentes poblaciones, entre otros. El año pasado fue el de las aguas residuales de las que más de un 80% se vierte a los ríos sin depurar.
Hoy día 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. El lema elegido para este año 2018 es la Naturaleza del agua con el objetivo de explorar las soluciones basadas en la naturaleza a los desafíos de agua a los que nos enfrentamos en el siglo XXI. Los ecosistemas dañados afectan la cantidad y la calidad de agua disponible para el consumo humano.
España está cumpliendo los deberes en materia de agua. Este Gobierno ha fijado una política de agua rigurosa y bien planificada. Los planes hidrológicos aprobados en la pasada legislatura han marcado un antes y un después en la gestión de agua en todos los niveles, especialmente en su protección ambiental.
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente está ejecutando el plan CRECE para mejorar la calidad de las aguas que llegan a nuestros ríos. Por primera vez se han fijado caudales ecológicos en 3.500 tramos fluviales con caudales mínimos y se actúa sobre las aguas residuales que se vierten a los ríos sin depurar. Y 2.700 km de río se han declarado reservas naturales fluviales.
En materia de regadíos se ha avanzado también en eficiencia, buena gestión y gobernanza, lo que tiene una especial importancia porque el regadío español es el uso que más agua demanda: 24.250 hm
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por año y representan casi un 80% de los usos consuntivos. Hoy el consumo se ha reducido a un 63%, en torno a 15.000 hm
, a pesar de que la superficie de regadío ha aumentado en más de 300.000 ha a partir del año 2010, y el riego por gravedad ha descendido en ese periodo de 1.973.000 ha a 943.203 ha mientras el riego por aspersión y goteo ha aumentado de 1.370.000 ha en el año 2010 a 2.710.000 ha en el año 2016.
Durante este año el lema Naturaleza del agua tratará de las posibles soluciones basadas en la naturaleza para afrontar los principales desafíos sociales y cambio climático, seguridad alimentaria, salud humana, desarrollo socioeconómico y prevención de desastres naturales.
El agua es un bien escaso y preciado cada vez más limitado. La gestión y buen uso de los recursos hídricos son esenciales para la alimentación de nuestro planeta y el abastecimiento de nuestras poblaciones y la preservación del medio ambiente. Un día como hoy nos tiene que servir para poner en valor un recurso indispensable para la vida humana y para el futuro de la tierra, y este es el momento adecuado para alcanzar un Pacto Nacional por el Agua.
Porque durante los últimos años hemos hecho un importante trabajo que nos ha permitido tener un diagnóstico preciso del agua de la que disponemos y de la demanda que existe. Llegar a un Pacto para conseguir que el agua sea un asunto de Estado es el siguiente paso lógico de debemos dar. Un Pacto de Estado que, partiendo de ese diagnóstico técnico y riguroso, encauce el debate hacía un marco de gestión de largo plazo y con vocación de permanencia que nos permita adoptar soluciones de Estado para los problemas que así lo requieran.