VENT DE PONENT
La paga extra
El jueves por la mañana se podía haber aprobado en el Parlament la devolución de la paga extra pendiente a los funcionarios catalanes desde diciembre de 2012. Pero no fue así. En los últimos minutos los independentistas decidieron retirar ese punto presente en el orden del día previsto. Nuevamente los intereses partidistas prevalecieron y los funcionarios se quedaron colgados. El procesismo intenta dar pequeñas dosis de soma cada pocos días. Aldous Huxley inventó el consumo de esa sustancia para Un mundo Feliz: “There is always soma, delicious soma, half a gramme for a half-holiday, a gramme for a week-end, two grammes for a trip to the gorgeous East, three for a dark eternity on the moon.” Un día convocan un Pleno y luego lo desconvocan. Otro dicen que vendrá alguien para ser investido y reciben un portazo de sus socios. El día en el que en Cataluña podían haber aprobado el retorno de la paga extra que se recortó a los funcionarios, como ya consiguieron en el resto de comunidades, se aplazó con argumentos retorteros y un poquito del soma Orwelliano. ¿Qué está pasando en el Parlament de Cataluña? ¿Por qué llevamos cien días de bloqueo? Si no saben qué hacer lo deberían reconocer como luego escriben en sus libros los que estuvieron en el Gobierno desvelando las verdades. ¿Por qué no lo hacen cuando se está a tiempo? Lo que sucede es que no tienen ni estrategia, ni rumbo ni proyecto, y eso es malo para todos. El día en el que se podía devolver la paga a los trabajadores públicos decidieron seguir tensionando las relaciones con España. Reconocer que se puede pagar lo que se debe sin estar Puigdemont al frente les generaba un problema. En los últimos tiempos la demagogia nacionalista ha sido usada como equivalente literario al soma. Sin la ficción distópica semanal la realidad sería incómoda para los que han vendido humo a sabiendas. Necesitan administrar su soma a diario para aliviar los sentimientos melancólicos que tanto han alentado. ¿Por qué no priorizan volver a hacer política pensando en solucionar los problemas y no en crearlos? Decir las verdades puede doler, pero es necesario si se lidera con responsabilidad. Ahora más que nunca se debería volver a hacer política efectiva, realista y conciliadora.