Capital Humano y balance en la empresa

Si bien hasta la fecha en el Activo del Balance de las empresas no figura ningún concepto que nos indique el valor de su Capital Humano, su exclusión choca radicalmente con la definición clásica de Activo Financiero, que nos dice estar formado por todos los elementos susceptibles de aportar dinero a la misma. Y teniendo en cuenta que el capital intelectual es el principal promotor de provocar las entradas dinerarias, no deja de ser una contradicción que no se incluya en el balance.

Según Yolanda Ramírez Córcoles, autora de El Capital Intelectual en los Estados Financieros, aunque las normas contables actuales no reconocen el capital intelectual, resulta imprescindible encontrar fórmulas que permitan, primero, medirlo y después reflejarlo contablemente.

La mejor prueba de la enorme importancia que el capital humano tiene en la salud de las empresas, está en que en la mayoría de las operaciones de venta de una Compañía, la parte compradora acaba exigiendo la salida previa de algunos profesionales que, a su criterio, no aportan valor suficiente y, pactando la permanencia de otros, cuya aportación considera crítica para la futura evolución del negocio.

¿Se puede medir el valor del Capital Humano?

De momento es un Intangible que como ya sabemos no figura en los estados contables pero que tiene más valor que cualquiera de los otros conceptos que aparecen en los mismos. Si bien los departamentos operacionales de las empresas presentan periódicamente sus KPI, el de Dirección de Personas no sólo deberá continuar presentando la evolución de algunas variables clásicas como: el absentismo o la rotación. Si sus responsables quieren que al departamento y al capital intelectual se le reconozca verdadero valor, deberán ir más allá y al igual que el departamento financiero o el industrial cuentan con la figura del Controller, el de personal deberá incorporar una nueva figura; la del Controller de Recursos Humanos, quien además de los indicadores habituales, calcule otros relacionados con el grado en que la empresa es capaz de atraer talento externo, los beneficios económicos de crear y mantener un buen clima laboral o del número de puestos cubiertos mediante promoción interna, fruto de una estrategia de recursos humanos que apueste por la formación.

Invertir en talento

Si las empresas más competitivas invierten en modernizar sus instalaciones, en su mantenimiento correctivo, preventivo y hasta predictivo o en innovación, la mejor apuesta por aumentar el Activo de las mismas pasa por atraer y retener el mejor talento que hay en el mercado laboral y por sus planes de carrera.

Y si hay alguien que no apuesta por la formación del personal por temor a que se le acaben marchando, el problema lo va a tener si no lo hace y se le acaban quedando.