Cerrado otra vez

Un funcionario me preguntó si era cierto que seguirían sin cobrar las pagas pendientes. Eso han dicho, le contesté, tienen otras prioridades. Por ejemplo, han destinado 1,5 millones de euros en contratar a un lobby internacional para que hable bien del procés, y no han tardado en abrir embajadas llenas de personal con sueldos desorbitados, y la última ha sido dar 20 millones más al altavoz de TV3, por si no recibía ya una continuada ingente lluvia de dinero. Y es que el gobierno nacionalista no olvida nunca dar las gracias a los trabajadores públicos, pero a la hora de priorizar su agenda económica solo reciben eso, las gracias.

El nacionalismo prefiere destinar sus recursos a la épica. Y es que Catalunya es la Comunidad Autónoma que más ha recortado su gasto social desde 2009, casi un 20% (más de 4.000 millones); la que más ha reducido lo que se destina a sanidad, casi un 30% (6.000 millones) y la tercera que más lo ha hecho en partidas para educación (casi 800 millones menos). Eso explica que no se devuelven las pagas extras a los trabajadores, que siguen sin mejorar los contratos, o que hay muchos alumnos estudiando en barracones. Y sin embargo se dedican a improvisar, como la Consellera de Agricultura con sus tuits de promoción de la leche cruda o de comerse pollo guardado cuatro semanas en la nevera. En fin, torpedean los hitos de la salud pública para regresar al medievo. Y eso la misma semana en la que conocíamos el cierre de una parte de la radioterapia de Tarragona, imagino que igual piensa como su compañera que las enfermedades se van de vacaciones, o que los pacientes no necesitan las casi 2.500 camas hospitalarias cerradas.

Y encima, tras ganar Puigdemont la OPA contra Convergencia, su primera decisión ha sido cerrar el Parlament hasta octubre para que no haya sesiones de control al gobierno en las que poder evidenciar deficiencias. Ahora que tienen Govern deciden cerrarlo. Y mientras, seguirán chantajeando a Sánchez, porque cada día le recuerdan que tiene una hipoteca firmada con ellos por ayudarle a llegar por la puerta de atrás a Moncloa. Y Sánchez seguirá cediendo, y todo por no dar la voz a los españoles. Es urgente un Gobierno con autoridad moral para hacer reformas.