Visualizar, clave de los líderes

La imaginación es una herramienta muy potente que nos permite viajar a aquellos lugares donde nos gustaría estar, percibir ciertas sensaciones o incluso ayudarnos a conseguir esos retos que tanto nos motivan. Cuando imaginamos, se activan las mismas áreas del cerebro que cuando lo estamos ejecutando. Sin duda, nos permite vivenciar como real aquello que imaginamos.

Nuestro cerebro funciona como un procesador de información, similar a como lo hace un ordenador. Es decir, recibe una información, un input, interpreta dicha información, la compara con la que ya posee, la operacionaliza y da una respuesta output. El cerebro no es capaz de distinguir entre lo real y lo imaginario. Por eso, cuando soñamos, nuestra mente acepta como ciertas esas vivencias y tenemos sensaciones similares a estar realizándolo. ¿Alguno de vosotros tiene la sensación de haber estado en un lugar donde no ha estado o haber hecho algo que nunca realizó?

La visualización es una técnica utilizada en el deporte. Un deportista que domine esta herramienta tendrá la capacidad de vivir lo que imagina, siendo similar a mirar un vídeo de si mismo en el que se convierte simultáneamente en protagonista y testigo presencial. La imaginería visual y la motora están vinculadas. Cuando una persona imagina una determinada situación, los parámetros corporales se comportan de la misma manera que cuando la está ejecutando. Hasta el ritmo cardíaco se acelera junto con la frecuencia respiratoria. Aplicar esta técnica en el ámbito empresarial también nos va a aportar beneficios. En las organizaciones, el líder ha de hacer realidad la máxima de “si puedes verlo, puedes hacerlo”. El líder ha de orientar a sus equipos para que sean capaces de sentir y vivir la experiencia por adelantado. Ha de activar los procesos de aprendizaje necesarios para llegar a dominar la técnica. Para ello, hay que entrenar, trabajar con nuestros equipos de forma individual y colectiva para aproximarnos mentalmente a los objetivos planteados y para conocer el camino que debemos seguir para alcanzarlos. Debemos dedicar el tiempo necesario a establecer claramente los objetivos que se quieren alcanzar, qué supondrá para la organización, dónde estaremos situados, cuál será el siguiente paso, cómo repercutirá en cada uno de los miembros del equipo. Todo esto nos ayudará a situarnos en un espacio/situación que facilitará el trabajo a realizar. Sin lugar a dudas, vivir lo que imaginas ayuda a superar los retos y las situaciones complicadas. Cuantos más receptores sensoriales entren en funcionamiento durante la visualización, más profundo será el proceso que se implante en nuestro subconsciente. El ambiente, los sonidos, los olores, los colores, los movimientos, todo va a ayudar. El líder auténtico incorpora la visualización en su estrategia. Forma parte de su alimento, de la gasolina que le impulsa en su misión. Cuánta razón tiene el filósofo estadounidense Mark Johnson cuando nos dice que “sin imaginación, nada en el mundo tendría sentido. No podríamos interpretar nuestras experiencias sin imaginación. Sin imaginación, no podríamos razonar para acercarnos al conocimiento de la realidad”. Soñar despierto o visualizar el objetivo, es tan fácil como ponerse a entrenar. Seguro que lo consigues.