VENT DE PONENT
Desde el centro
Ciudadanos, un partido europeísta de centro, ha traído el cambio pactando con las otras fuerzas constitucionalistas; sin nacionalistas ni populistas. Así se hace en el resto de Europa, y así se comienza a percibir como necesario en España. Es obvio que a todos los partidos les gustaría desarrollar su programa al máximo, pero la realidad obliga a llegar a acuerdos amplios. Hasta hace pocos años, con el bipartidísimo, no hacía falta. O gobernaban unos o lo hacían los otros. Menos en Andalucía, donde el PSOE llevaba cuatro décadas. Así que era esperable que con el cambio llovieran críticas. Y, especialmente, cuando la primera medida acordada es la de la regeneración democrática e institucional que siempre exige Ciudadanos allá donde llega. Muchos recordarán que esa fue una de las medidas que hubiéramos garantizado de gobernar en Cataluña. Y eso es así porque creemos que hay que auditar a fondo las cuentas de las instituciones públicas y limpiarlas de corrupción. Todos los organismos con duplicidades deben eliminarse. En una organización sana, la transparencia y la rendición de cuentas debe ser ejemplar. Y esas medidas que son buenas para Andalucía son deseables también para Cataluña. Nos encontramos con situaciones, en ese sentido, muy parecidas. Existe una red clientelar muy potente de amiguitos, enchufados y mediocres con carné que son los que se agitan al ver amenazados sus chollos. Hay que bajar los impuestos y poner las cosas más fáciles a la gente para que pueda vivir en libertad. Tanto el PP como el PSOE han de dejar de mirar a los extremos y volver a mirar al centro. Los españoles, cada vez que se abren las urnas, lo dejan bien claro, los viejos partidos no dejan de caer, mientras que un proyecto sensato y de igualdad como el de Cs no para de crecer. Las 90 medidas pactadas en Andalucía son buenas, claras y centradas, como lo eran cuando las propusimos para Cataluña. Hay que dejar de perder oportunidades y revitalizar la economía y el empleo. Es urgente destinar los recursos al sistema educativo y sanitario y arreglar los problemas reales que se acumulan. Algunos ya han tenido exagerados, inmerecidos e hinchados momentos. Ahora es necesario implementar el cambio sensato, necesario, serio y pactado.