Líderes Lean en organizaciones ganadoras (II)

Las empresas de hoy en día requieren de unos líderes con características, talentos y competencias diferenciadas a las del siglo XX, más orientadas a las emociones, la innovación y la excelencia en los resultados.

Para ello, estos líderes Lean requieren de 6 rasgos, que a continuación os resumo.Rasgo 1: compromiso del viaje. Lean es un viaje. No es una solución rápida ni un programa del mes. Lejos de ser una mera táctica operativa, Lean debería ser una parte integral de la estrategia comercial general. Solo después de identificar el “Norte verdadero” y un fuerte sentido de propósito, una organización puede entender cómo aplicar el sistema Lean para mejorar el rendimiento a través del aumento de valor. Todo esto requiere pensamiento a largo plazo, paciencia y una mentalidad de sostenibilidad. Un entrevistador del ex CEO de IBM, Sam Palmisano, señaló que “está tan concentrado en los próximos 10 años como en el próximo trimestre”. Rasgo 2: persecución implacable de la perfección. Este rasgo es la esencia misma del pensamiento de Kaizen. La adopción absoluta de la mejora continua y el rechazo total del status quo. ¡El Líder Lean cree que “lo suficientemente bueno” nunca es suficiente! Un comportamiento de liderazgo clave para habilitar este rasgo es la curiosidad insaciable. Para mejorar, uno debe tener curiosidad por las posibilidades y alternativas, así como adoptar el concepto clave de “Aprender, no saber”. El Líder Lean se esfuerza constantemente por mejorarse a sí mismo y, por lo tanto, a su organización, y nunca piensa que lo sabe todo.Rasgo 3: enfoque del cliente fanático. En Lean, el cliente está al principio y al final de todo. Sin un enfoque intenso en el cliente y una comprensión de lo que valoran, un líder no sabrá dónde enfocar sus esfuerzos de mejora y puede terminar generando valor de la organización inadvertidamente Un comportamiento de liderazgo clave para respaldar el rasgo 3 es la capacidad de crear una cultura de resolución de problemas, un entorno en el que los problemas surgen fácilmente y posteriormente lo resuelven los equipos más cercanos a donde se realiza el trabajo. Rasgo 4: campeón de la simplicidad. Leonardo da Vinci dijo una vez que “La simplicidad es la máxima sofisticación”. La mayoría de los procesos y estructuras organizacionales son demasiado complicados y el atractivo de las eficiencias a través de sistemas de TI complejos a veces empeora las cosas. Así pues, el Líder Esbelto necesita poseer un mantra diario de simplificar y desarrollar un ojo con la finalidad de encontrar desperdicios. “Aprender a ver” (como lo describe la LEI) actividades no valiosas es una habilidad que los líderes pueden y deben desarrollar para cultivar una cultura magra. Un comportamiento de liderazgo que acompaña es Vivir con modestia. Rasgo 5: vivir el estilo Gemba. Gemba es una palabra japonesa que significa “lugar de trabajo”, o en el uso práctico “donde se crea valor”. Los líderes deben pasar menos tiempo en la oficina o sala de conferencias y más tiempo en los puntos de contacto reales que afectan al cliente y a los empleados. Solo así entenderán realmente la situación real para que puedan tomar medidas efectivas para mejorar el rendimiento. Programando proactivamente los “puntos de impacto” para que puedan participar activamente con las personas más cercanas al cliente, en lugar de confiar en informes de terceros y solo ir al lugar de trabajo cuando hay un problema. Los Líderes Lean brindan entrenamiento continuo en el gemba en lugar de dar órdenes de la oficina, exhibiendo completamente el comportamiento crítico de las preguntas y escuchas activas para desarrollar y desafiar constantemente las mentes de su gente.Rasgo 6: auténtico, sobresaliente y respetuoso. La función principal de Lean Leader es ser un entrenador y un desarrollador de personas, deben ser inherentemente líderes en el ejemplo. Liderar con el ejemplo no es posible sin ser genuino y actuar con alta integridad. El concepto de Toyota de respeto por las personas que viven en voz alta para el rasgo 6, porque solo cuando se respeta a los empleados y otras partes interesadas, se les puede permitir pensar, aprender y mejorar.